De Los Pilares de la Tierra a Un Mundo sin Fin
¡ Cuántas veces me han preguntado por mi libro favorito, aquél que me dejó en su momento una huella especial ! ¡ y cuántas veces he contestado yo sin dudarlo un momento… «Los pilares de la Tierra» ! Con el paso del tiempo fui conociendo gentes, de esas que van y vienen por la vida de uno, y cuando entablábamos conversación sobre literatura y salía nuevamente el consabido tema del libro, me contestaban lo mismo «los pilares de la Tierra». Estoy seguro que si se hiciera una encuesta a nivel mundial la novela más leída y preferida sería ésta.
Ken Follett es un autor que te atrapa con sus palabras. Es capaz de pintar mundos imaginarios en las páginas de un libro con la maestría de un Miguel Angel, y hacernos vivir épocas pasadas, presentes y futuras. Me comencé a enganchar con él con La isla de las Tormentas, una aventura de espionajes, de amores, de odios y de muchas tensiones, que prácticamente me mantuvieron alerta hasta que llegué a la última hoja. Y un buen día, cayó a mis manos Los pilares de la Tierra. Más de 1.000 páginas, y lo primero que pensé, como todos, fue que aquello era imposible de leer.
El libro es lento al comienzo, todo hay que decirlo, pero al mismo tiempo es absorbente. No son sólo ya las intrigas medievales, las villanías del «malo», o la inocencia de la «dama»; es la visión de una época; el perfecto conocimiento de un momento de la Historia poco conocido. Su forma de vivir, sus pensamientos, y de fondo, la construcción de una catedral, algo que a mí siempre me ha maravillado: saber cuáles eran las razones que llevaban a construir semejantes obras de artes que han quedado para el resto de los siglos. En cierto modo, por un lado, este libro nos enseñó a añorar un poco de toda aquella magnificencia.
Os preguntaréis a qué viene toda esta historia que os cuento. Muy sencillo: ahora, cada vez que entro en la librería, allí a la entrada, a la derecha, siempre miro de reojo la torre de libros con su última novela: Un mundo sin fin.
Dieciocho años ha tardado Ken Follett en escribir una segunda parte de aquel magnífico libro, y lógicamente, era de esperar, ha sito todo un boom editorial (700.000 ejemplares en sólo dos semanas). Lo que quizás no muchos saben es que para escribir Un mundo sin fin, el escritor de Cardiff, Ken Follett, se basó en la catedral de Santa María de Vitoria, a la que visitó en el año 2002 para unas conferencias, cuando aún estaban restaurándola. «Ojalá hubiera conocido esta restauración a la hora de escribir Los pilares de la Tierra«, llegó a decir cuando admiró las entrañas de la catedral española.
De nuevo historias de odio, de venganzas y ambiciones para solventar los problemas de estabilidad que, doscientos años después de la primera historia, han surgido en aquella catedral ficticia. Y de nuevo un paseo por la Historia, esta vez, en el siglo XIV cuando la peste negra asoló media Europa.
Sí, los amantes de las novelas históricas sin duda vibraremos nuevamente con este nuevo libro, y seguramente, Un mundo sin fin, nos llevará adonde ningún otro autor es capaz de llevarnos.