El cementerio de Praga, de Umberto Eco

Filósofo, hombre de letras, semiólogo, crítico literario y novelista, el afamado Umberto Eco nos ha deleitado una y otra vez con sus exitosas novelas (El nombre de la rosa, La misteriosa llama de la reina Loana), sus notas periodísticas en los medios italianos y sus ensayos sobre semiótica.

Recientemente, ha salido al mercado su nueva gran obra, El cementerio de Praga, considerado un homenaje a la novela clásica. En esta intrincada obra, las identidades se confunden y se ocultan, y su protagonista, el capitán Simonini, es quien nos habla en primera persona de su propia vida.

Este personaje, un piamontés residente en París, es desde joven un especialista en la falsificación de documentos. Su historia transcurre en 1897, pero a través de su relato, y como es costumbre de Eco, se entrevé la historia de todo un siglo.

Samonini creció en Turín, y su infancia se caracteriza por un diálogo permanente e irresuelto entre su abuelo, conservador, monárquico y antisemita, y su padre, un revolucionario idealista.

El resultado: un engañador nato que se convierte en espía. La historia y la ficción se mezclan en el relato de su pasado como investigador encubierto. Con demasiados conocimientos en su poder, el personaje es obligado a dejar su país natal y así se instala en París.

Allí, es contactado por las altas esferas del poder para solicitar sus servicios como falsificador de documentos y espía de las maniobras prusianas. Un colaborador, el Abate Della Piccola, se suma a la trama, y se construye como un personaje ambiguo, clérigo pero a la vez extravagante, que contrasta pero a la vez se complementa con la personalidad de Simonini.

A lo largo de la obra, nuestro protagonista crece y envejece, se convierte en un anciano astuto e hipócrita que nos muestra como en una radiografía la historia del siglo XIX. Se convierte así en el guía turístico perfecto de una época ya cerrada pero en la que nuestros tiempos tienen todavía profundas raíces.

Coloridos personajes, acontecimientos de una descripción visual como sólo Eco puede ofrecernos y una trama compleja y atrapante son los ingredientes de El cementerio de Praga, un homenaje a la novela de folletín tan típica y exitosa en el siglo en que transcurre.