Rebelión en la Granja, de George Orwell
El poder corrompe, esto es claramente demostrado en forma elocuente y sencilla en la novela breve «Rebelión en la Granja», de George Orwell.
Como explica el propio autor, «Rebelión en la Granja» «es la historia de una revolución que salió mal». La novela es interpretada por algunos como un repaso histórico del fracaso cíclico del modelo comunista, o como una fábula, o simplemente como una buena historia que saca a la luz lo peor y mejor de los seres humanos y animales.
«Rebelión en la Granja» cuenta la historia sencilla y trágica de lo que sucede cuando los explotados animales de una granja venida a menos deciden enfrentar al propietario humano, el Sr. Jones, así como, posteriormente, producir y comercializar el fruto de su trabajo, distribuyendo el ingreso en partes iguales.
Los animales parecen haber encontrado la fórmula de un comunismo utópico, donde, parafraseando a Marx, cada uno trabaja según su capacidad, respetando las necesidades de los demás. La empresa finalmente fracasa, y el paraíso comunista deviene en una dictadura de los animales más inteligentes: los cerdos
Orwell muestra los horrores de los regímenes totalitarios, y el fracaso de las utopías, aún cuando inicialmente la revolución adopte como lema «Ningún animal debe tiranizar a su propia especie. Débil o fuerte, inteligente y simple, todos somos hermanos.»
«Rebelión en la Granja» también aborda los mecanismos de la propaganda y el lavado de cerebro en los regímenes totalitarios, en todo caso exponiendo cómo el poder convierte a quienes lo ostentan, sean hombres o animales, o una mezcla de ambos.