Premio Príncipe de Asturias de las Letras
Entre los más destacados premios literarios a nivel mundial, el Premio Príncipe de Asturias es sin dudas uno de los mayores reconocimientos con los que se puede honrar a un escritor.
Los Premios Príncipe de Asturias son, no obstante, de los más jóvenes también. Fueron creados en el año 1981 por la Fundación Príncipe de Asturias. Se conceden anualmente y la entrega de los galardones se efectúa en la ciudad de Oviedo, en su carácter de capital del Principado de Asturias.
En el ámbito nacional, constituyen un evento académico de primer nivel, tanto por los altos estándares con los que se selecciona a los merecedores del galardón como por el prestigio y reconocimiento internacional de los jurados.
A diferencia de lo que ocurre con muchos premios que entregan galardones individuales, en el caso de estos premios el reconocimiento puede ser destinado a personas o grupos de personas, e incluso a instituciones o grupos de instituciones.
Aunque, en el ámbito de las letras, esto es poco común. Lo más habitual es que los ganadores sean una persona o en todo caso un grupo de personas que en general no asciende a más de dos.
Por otro lado, cabe destacar que, al menos en sus principios fundadores, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras no se destina únicamente a proyectos literarios. Además de la literatura, los posibles ganadores pueden ser reconocidos por su labor en el campo de la lingüística, y es por eso que no solo la labor creadora es premiada sino también las investigaciones en estos ámbitos.
El primer ganador de este premio, en 1981, fue el poeta español José Hierro. En adelante, se sucedieron ganadores de distintas nacionalidades, ampliándose primero el reconocimiento a escritores de otros países de habla hispana y finalmente a autores procedentes de diversas naciones y culturas del mundo.
El más reciente ganador, de hecho, fue el escritor francolibanés Amin Maalouf. Otros autores galardonados con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras fueron Mario Vargas Llosa, en 1986, Camilo José Cela, en 1987 y Paul Auster, en 2006.
